Por
Raúl Gorrín.- Si bien la mayoría de las
afirmaciones que sostienen que el 80 por ciento de los emprendimientos fracasan
durante los primeros 18 meses de creadas han terminado siendo una especie de
leyenda, sí es verdad que un buen número cierra sus puertas en los primeros
cuatro años de haber sido fundados.
¿Por qué sucede esto?
Pues, primeramente por incompetencia en el
manejo de los emprendimientos o startups,
como también se les conoce. Hay mucho de falta de sentido común en la manera en
que los nuevos emprendedores manejan sus negocios y esto es determinante en
toda organización, ya sea una gran corporación o una pequeña tienda de
tornillos.
Estar al frente de un negocio implica estar
al pendiente de un conjunto de detalles que es necesario mantener funcionando
óptimamente, tales como las ventas, el control de calidad, el buen servicio y
atención al cliente, las estrategias de mercadeo, entre otros.
¿Qué hacer para evitar el fracaso de su
emprendimiento o cómo sacarlo a flote si se encuentra estancado?
Veamos.
Lo primero que hay que hacer es evaluar con
sentido crítico los productos y/o servicios de su organización. Anticípese,
usted también es consumidor y tiene necesidades, así que prevea con tiempo las
que puedan tener sus clientes aún antes manifestarlas. Implemente su propio
laboratorio de innovación con el cual mantenga una permanente mejora de lo que
le vende al público.
Sí, enfóquese en las ventas, pero no
descuide la evaluación de sus productos y ver qué puede hacer para mejorarlos,
sobre todo en tiempos de tanta competencia.
Se requiere inversión, tanto de tiempo como
de recursos, en la constante revisión de aquello que expenden y la manera en
que lo venden.
En segundo término, es preciso mejorar las
técnicas de ventas, pues es menester observar con detenimiento el
comportamiento de las clientela y los consumidores en general para saber cómo
atenderlos, cómo venderles nuestros productos y/o servicios. Es imprescindible
ponerse en los zapatos del consumidor y entender que más que bienes o
servicios, la gente quiere soluciones para sus problemas y necesidades. ¿Qué
queremos decir? Pues que al público le interesa no el martillo sino el clavo
encajado en la madera sosteniendo lo que le interesa sostener. Más que el carro
—por muy hermoso que le parezca— lo que quiere es poder trasladarse sin
esfuerzo y con tranquilidad cuando lo requiera.
Por tanto, revise sus técnicas de ventas
para ver qué está vendiendo usted y cómo lo está haciendo.
Conviértase en una mejor persona de
negocios, algo que no es igual a saber vender o promocionar algo. Es cuestión
de visión, de mirar en perspectiva, más allá de lo aparente y lo inmediato, más
allá de lo que está ante sus ojos. Vaya más allá.
Sacar su negocio a flote nuevamente tal vez
pase por establecer si está rodeado del mejor equipo de trabajo posible, si
maneja adecuadamente la contabilidad y los presupuestos, si su estrategia de
mercadeo es la adecuada para el tipo de clientela de su organización.
En fin, es cuestión de observación aguda.
Quien sabe de negocios, entiende la
importancia de crear una cultura organizacional, de técnicas de motivación,
sabe interpretar las variables del mercado y entiende al consumidor y sus
necesidades.
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