Por Raúl Gorrín.- De innovación hemos hablado en varias
ocasiones, pero hoy queremos hacer énfasis en la importancia que en ella tiene
la creatividad.
Y es que en toda organización la
creatividad es fundamental para los equipos de trabajo que la conforman. Por
tanto, es importante trabajar para incrementarla dentro de toda empresa o
emprendimiento.
En la creatividad la producción de ideas es
clave, entendiendo que la idea es una combinación de viejos elementos que dan
forma a una nueva forma de hacer las cosas o a un elemento novedoso.
Para que esto sea posible dentro de las
organizaciones corresponde a estas establecer un sistemático programa de observación en el que
el escuchar, la iniciativa, la audacia son fundamentales.
La creatividad y la innovación se
constituyen en una ventaja competitiva invalorable para toda empresa o
emprendimiento, es el sello que las distingue del resto de las organizaciones.
La creatividad, como apuntamos al
principio, es el motor de la innovación.
A través de la creatividad es posible la
introducción de novedades, mientras que la innovación se traduce en la creación
o modificación de un producto y/o servicio para mejorarlo y hacerlo más
atractivo en el mercado para su venta.
Por tanto, la creatividad es indispensable
para innovar.
Es importante para las empresas fomentar la
creatividad en el seno de las mismas. No es cierto que sólo algunas personas
tienen la capacidad de ser creativas. No negamos el talento que algunos tienen
para ello, pero, en general, es posible que todos la potencien.
Parte del secreto es ofrecer a los
empleados libertad para desempeñar sus funciones. No, no debe confundirse con
arbitrariedad y caos. Es permitir a los colaboradores de toda organización —es
decir, a sus trabajadores— dar rienda suelta a su imaginación para desarrollar
métodos que les faciliten la realización de sus tareas.
En el desarrollo de la creatividad el
mantener la mente activa es vital. Es ejercitación de un estado mental propicio
para el surgimiento de ideas y actividades más complejas que signifiquen un reto
para el trabajador.
Confiar en los trabajadores también es
fundamental, pues ello le brindará la comodidad necesaria para echar a volar su
imaginación.
Las organizaciones deben motivar a sus
trabajadores, incentivarlos permanentemente para que presenten propuestas,
planes, para que sean proactivos y participativos.
El fomento de la comunicación y el intercambio
de las ideas sin conflictos y permitiendo que se puedan establecer acuerdos
entre los trabajadores y la empresa.
La conformación de equipos de trabajo con
empleados con distintas habilidades facilita el surgimiento de las ideas a
través del intercambio constante de sus diferentes pareceres y maneras de
entender los procesos.
Y, por último, incentivando al trabajador a
mantenerse en la senda del conocimiento, en un aprendizaje permanente.
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