Por Raúl Gorrín.- ¿Ahorrar? pese a la espiral inflacionaria por la que
pasa Venezuela, nos parece una idea imposible de lograr, pero no difícil de
alcanzar. Tener capacidad de ahorro para muchos venezolanos es algo difícil, pero
relativamente fácil para otros.
Es mucho lo que se habla sobre el tema. Desde nuestra
perspectiva diríamos que economizar es un proceso exactamente igual a tratar de
adelgazar. Algunos lo consiguen aparentemente sin esfuerzo, otros no lo
alcanzan de ninguna manera, a pesar de haber intentado con toda clase de fórmulas
desde las más razonables en apariencia, hasta las más descabelladas y
peligrosas.
Lo cierto es que ahorrar es un proceso que requieren de
tres cosas, voluntad, saber y poder. La voluntad es estar dispuestos a hacer lo
necesario para alcanzar el objetivo. Implica tener la confianza necesaria en
nosotros mismo para alcanzarlo, dicho de forma más simple: querer hacerlo.
Esto nos permitirá encaminar la acción a la realización
de nuestro objetivo para conservar nuestra economía personal. Porque a mayor
preparación también mayor libertad a la hora de concretar los planes de guardar
unos cuantos bolívares. Debemos tener capacidad de acomodarnos a la situación actual
con los medios disponibles, dicho de forma simple aprovechar bien nuestros
recursos económicos.
Ahorrar es más cuestión de hábitos que de números. Es importante que al proponernos debemos establecer una meta que sea realista, no importa que sea una cantidad tan pequeña que haga el proceso muy lento siempre y cuando sea continuo. Porque de nada sirve comenzar con mucha voluntad, si no que sea un entusiasmo momentáneo que nos hace fantasear y establecer objetivos muy difíciles de alcanzar, por no decir imposibles mediante planes difíciles de sostener.
Ahorrar es más cuestión de hábitos que de números. Es importante que al proponernos debemos establecer una meta que sea realista, no importa que sea una cantidad tan pequeña que haga el proceso muy lento siempre y cuando sea continuo. Porque de nada sirve comenzar con mucha voluntad, si no que sea un entusiasmo momentáneo que nos hace fantasear y establecer objetivos muy difíciles de alcanzar, por no decir imposibles mediante planes difíciles de sostener.
Es lo que le suele suceder a la mayoría que intenta sin
el resultado esperado; y lo que es peor no solo no logramos lo que nos proponemos
si no que además tiene efectos negativos en nuestro estado de ánimo lo que hace
que perdamos por completo la confianza que tenemos en nosotros mismos y terminemos
incluso manejando peor el dinero o subiendo mucho más de peso. Es mejor que sea
un proceso lento pero continuo, que poco a poco se ira convirtiendo en un buen
habito.
Seguidamente 3 Consejos para habituarnos al ahorro:
1.Tener un sueño por el cual ahorrar, hace el proceso más fácil, aunque suene repetido, trillado y cursi. Esto además de servirnos de motivación, ayuda a que sea más fácil sacrificar algunos placeres y gustos que posteriormente nos darán recompensas gratificantes. Es mejor reservar una determinada cantidad apenas recibamos los ingresos. No es recomendable esperar a sacar cuentas y ver si nos queda algo para ahorrar.
2.- Es aconsejable establecer una cuota de los ingresos que será destinada directamente al ahorro. Esto para hacer más fácil prescindir de una parte de los ingresos.
3.- Procuraremos no contar tan seguido lo que se estamos ahorrado para no caer en la tentación de gastar un poquito. Es mejor comenzar con una cantidad pequeña, aunque sea ridículamente baja, e ir aumentándola a medida que se va mejorando la disciplina al respecto; que comenzar con una cantidad un poco más alta y no poderla sostener.
Seguidamente 3 Consejos para habituarnos al ahorro:
1.Tener un sueño por el cual ahorrar, hace el proceso más fácil, aunque suene repetido, trillado y cursi. Esto además de servirnos de motivación, ayuda a que sea más fácil sacrificar algunos placeres y gustos que posteriormente nos darán recompensas gratificantes. Es mejor reservar una determinada cantidad apenas recibamos los ingresos. No es recomendable esperar a sacar cuentas y ver si nos queda algo para ahorrar.
2.- Es aconsejable establecer una cuota de los ingresos que será destinada directamente al ahorro. Esto para hacer más fácil prescindir de una parte de los ingresos.
3.- Procuraremos no contar tan seguido lo que se estamos ahorrado para no caer en la tentación de gastar un poquito. Es mejor comenzar con una cantidad pequeña, aunque sea ridículamente baja, e ir aumentándola a medida que se va mejorando la disciplina al respecto; que comenzar con una cantidad un poco más alta y no poderla sostener.
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