Por Raúl Gorrín.- El amor es el centro de la vida, de las
relaciones humanas, del vivir de los sentidos. Es una mezcla de todo esto y más
cosas; constituye hoy un misterio comprenderlo: los sentimientos que genera, su
origen y su conducta.
La psicología positiva comprende este proceso, al valorarlo como
una emoción efectiva en nosotros los seres humanos, como uno de los
sentimientos más hermosos que podemos sentir.
Este sentimiento universal siempre ha despertado curiosidad a lo
largo de los años, lo que ha supuesto que en estas últimas décadas se
hayan realizado estudios sobre
la psicología del amor, concepto que me parece interesante para llegar a
comprender cómo surge, las reacciones que provoca, los estados emocionales y
físicos que logra estimular en nosotros.
En algún momento hemos sentido diferentes formas de sentir amor por las
personas que tenemos a nuestro alrededor. No es lo mismo querer a nuestra
madre, qué a un amigo, qué a una pareja, a un familiar o a una mascota; estas
situaciones nos han permitido poder abordar el amor desde otro punto de vista,
sin necesidad de polemizar en los aspectos teóricos si no en el más práctico:
el vivirlo uno mismo, es decir conocer lo qué es el amor.
De aquí que la psicología positiva se enfoca en estudiar y
promover el bienestar y en la calidad de vida de cada individuo potenciando los
aspectos más relevantes y las emociones más auténticas como el amor. Es algo
que resulta inevitable, nos quita la capacidad de decisión, es el inconsciente a
quien elige y en esa elección es donde encontramos una experiencia de vida, a
veces con repeticiones que tienen
que ver con nuestra propia historia.
Es una virtud que va más allá de la idea de romanticismo que
tenemos en mente. No se siente, es primordial primero vivirlo, ya que después
de vivirlo se siente. Es una emoción compleja porque implica
otras como la alegría.
Está lleno de emociones, sensaciones, sentimientos
positivos, sin embargo, también está cargado de otras sensaciones
desagradables. En definitiva, el amor a veces resulta placentero y excitante,
pero también nos puede producir una gran cantidad de dolor, desdicha, celos,
incertidumbre, ansiedad y desesperación cuando no lo recibimos.
Hoy 14 de febrero en el mundo se
celebra el día del amor, cuya química sigue siendo un misterio para los
científicos que estudian su naturaleza. Pero, aunque quedan muchas preguntas
sin respuesta sobre este sentimiento, algunos hechos científicos nos permiten
preguntar qué pasa con nuestro organismo durante una relación amorosa, lo
importante de todo es vivirlo, sentirlo y disfrutarlo.
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