Por Raúl Gorrín.- La inteligencia emocional es la capacidad
que tienen las personas para manejar sus emociones con eficiencia para generar resultados
positivos. Definitivamente la IE es una herramienta de fundamental importancia
que permite salir airoso ante las situaciones difíciles al estar en condiciones
de controlar lo que sienten la persona e influir en lo que sienten los demás.
La inteligencia emocional es la habilidad para gestionar
bien las emociones, en pocas palabras.
Las investigaciones han concluido que la inteligencia
emocional hace distinguir a las personas que la detentan del resto, de su
entorno.
A mayor inteligencia emocional mayores posibilidades de
éxito.
Las pruebas validadas para detectar el grado de inteligencia
emocional de una persona son muy costosas, pero aquí, en esta entrega, queremos
darles algunos tips que le facilitarán detectar los bajos niveles en un
individuo.
Si usted se estresa con facilidad y la ansiedad le carcome,
está en presencia de una de las principales señales de una baja inteligencia
emocional. La tensión generada por acumulación de sentimientos que le agobian,
refleja un bajo control emocional. Esto genera, aparte de ansiedad, depresión.
Otra señal es el hecho de que le cueste ser asertivo.
Quienes cuentan con una buena inteligencia emocional logran el balance, la
empatía, los buenos modales, la cordialidad y son capaces de poner límites.
Esto facilita el manejo de los conflictos.
El vocabulario emocional limitado es también indicativo de
una baja inteligencia emocional. Todos los seres humanos sienten emociones,
pero pocos pueden identificarlas con claridad al momento en que se presentan.
Las emociones no comprendidas ocasionan malos entendidos, malas
decisiones y acciones movidas sólo por impulsos.
La inteligencia emocional permite el dominio de las emociones,
pues se las identifica con prontitud.
Tener poca o nula inteligencia emocional lleva al ser humano
a emitir opiniones apresuradas sustentadas en información vaga e inconsistente.
Para ellas sólo sus posturas importan y agreden a quien los contradiga.
Entretanto, las personas emocionalmente inteligentes, procesan
con suficiente tiempo sus pensamientos y evitar reaccionar compulsivamente a las
primeras de cambio. Sólo deciden cuando sus pensamientos se desarrollan y hacen
un balance de toda la situación. Sólo entonces dan a conocer su parecer.
Guardar rencor es también un signo de una baja inteligencia
emocional. Esto equivale a acumular el estrés que un enojo produce. Lo
pertinente es soltar estos sentimientos, no dejarse dominar por ello. No se
niega la rabia, el problema es quedarse estancado en ella.
Quienes son emocionalmente inteligentes corrigen sus viejos
errores, los mantienen en la distancia y observan no volverlos a cometer.
Pensar que el resto de las personas no nos entienden es
signo de una baja inteligencia emocional, como también lo es el hecho de culpar
a los otros de que sienten y padecen.
Las personas emocionalmente inteligentes, no es que no se
enojan, sino que no se quedan regodeándose en su ira. Manejan su malestar.
Tampoco fingen ni muestran una falsa positividad.
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