Por Raúl Gorrín.- Los emprendedores, aparte de su talento
nato para llevar a cabo proyectos, poseen otros dones que es importante que puedan
compartir con el resto de las personas.
La gestión del talento pasa por no ver las habilidades que
se poseen como algo que debe resguardarse y usarse sólo en beneficio propio. En
la naturaleza del emprendedor debe privar el espíritu de solidaridad la cual se
manifiesta compartiendo lo que sabemos y lo que tenemos con el prójimo.
Su talento puede contribuir a hacer del mundo un espacio
mejor.
Esto es posible hoy día gracias a los cambios y
transformaciones que la tecnología, la educación y la comunicación han puesto a
disposición del ser humano: El internet es uno de ellos.
Sí, a través de la red de redes usted puede compartir su
talento con otras personas.
El emprendedor es una ficha importante del desarrollo, pues
sus iniciativas dinamizan la economía y la sociedad. Esto es importante
difundirlo y enseñarlo a otras personas, pues ello puede significar la
diferencia entre una sociedad sumida en el marasmo y una en la que sus miembros
se activen en pro de construir espacios en los que las personas asuman un papel
protagónico, proactivo en la búsqueda de soluciones a sus problemas.
Cada vez son más las personas que abandonan su posición de
empleados para asumir el papel de emprendedores y desarrollar su talento y
ponerlo al servicio de los otros.
Hay quienes sostienen que uno de los frenos más grandes que
ha tenido la actividad emprendedora parte de las limitantes que en el individuo
fomenta la educación tradicional. Son enfáticos al asegurar que la educación
tradicional limita el completo desarrollo del talento humano.
En su lugar proponen nuevas formas de aprendizaje.
Algunos impulsan la teoría de las 10 mil horas, la cual
consiste en practicar una actividad que sea del gusto de la persona, por más de
10 mil horas. Esta práctica termina, dicen, convirtiendo a quien la lleva a
cabo, en un especialista en la materia.
De hecho, los deportistas y artistas son un ejemplo
fehaciente de ello, pues alcanza el éxito y la maestría luego de largas horas
de entrenamiento y ensayo.
Esto podría aplicar igualmente para otras áreas del
conocimiento y para diversos oficios y profesiones.
Una forma de compartir la experiencia con otras personas, la
pone a disposición del emprendedor la tecnología: el internet, a través del
cual puede incentivar a otros a dinamizarse. Las redes sociales, blogs, páginas
web, postcats y videos son excelentes
herramientas para ello.
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