Por Raúl
Gorrín.- A veces creemos que la introversión es un
defecto, pero no es así. Es una característica de la personalidad en la que
algunas personas muestran preferencia por entornos más tranquilos, menos
ruidosos, con bajo nivel de estimulación y sin aglomeraciones de gente, a diferencia
de las extrovertidas que necesitan de todos estos impulsos para sentirse
cómodas
Los introvertidos, tienden a evaluar mejor los riesgos.
Un estudio realizado por el departamento de psicología positiva de una conocida
universidad descubrió que la propensión a tomar riesgos financieros está
asociado a una variante genética vinculada a un mayor nivel de dopamina en el
cerebro.
Esta variable hace que los introvertidos suelan enfrentar mejor las crisis: no intentan llamar la atención con las soluciones que plantean. Y, al ser más pausados, generalmente se dan más tiempo para reflexionar los pros y los contras de una situación. No es todo. Los especialistas aseguran que, son incluso mejores jefes.
Desarrollan y usan un circuito neuronal que opera en la memoria a largo plazo y en la habilidad para estar calmados, lo que les produce una sensación de bienestar mientras piensan y los hace más propensos a la contemplación. Y por lo mismo, altamente sensibles y reactivos a todo aquello que afecte dicho estado, desde los cambios de temperatura a los olores intensos o sonidos fuertes. Esto hace que eviten el contacto visual mientras hablan. Porque tienden a procesar sus pensamientos y palabras de forma más cuidadosa, pero cuando escuchan no apartan la mirada para asegurarse de recolectar la mayor información posible.
El estudio nos recomienda no exigirle una respuesta o un comentario inmediato a un introvertido durante una conversación. Siempre ellos tienen opinión, pero se niegan a darla. A veces no entendemos que necesitan tiempo para formularlas y, a menudo, no hablan hasta que las tienen totalmente pulidas.
Los expertos sugieren no interrumpir a un introvertido si se decide a conversar. Sugieren además que debemos escucharlos atentamente. Ser pasados por alto es un gran problema para estas personas. Los introvertidos son poco propensos a repetir lo que dicen y no se arriesgan a cometer el mismo error dos veces.
Los
introvertidos _dicen los psicólogos_ también tienen una forma muy particular y
hasta individualista de analizar las situaciones, y reparan más en detalles y
en otros aspectos de una realidad, lo que les permite realizar un análisis más
profundo de un problema, que otras personalidades suelen pasar por alto.
Incluso se ha comprobado que se atreven a ejercer funciones de liderazgo.
Les
agrada que los valoricen por su forma de ser y actuar. Miran siempre hacia sus
experiencias internas y, además, dan la impresión de ser cohibidos, pero, en
realidad, no necesitan de mucho público para sentirse felices y exitosos,
porque ellos pueden ser muy sociables en círculos íntimos o familiares, los
cuales disfrutan.
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