Por Raúl Gorrín.- Constituir una empresa o emprendimiento es
el sueño de muchos, pero no es un camino fácil de recorrer sobre todo si se
hace en solitario. Por ello, una de las maneras de hacer viable la
materialización de su negocio es emprenderlo en sociedad con uno dos o más
cofundadores.
Y es que muchas veces algunas ideas necesitan de apoyo para
poder ver la luz, así que la búsqueda de un socio puede que sea la decisión más
sabia que deba adoptar para hacer de emprendimiento una realidad.
Aquí le brindamos algunos consejos que pueden ayudarlo a
conseguir ese socio que necesita:
1. Precise que tipo de socio o cofundador necesita para
establecer su negocio. Para esto es menester que se tome todo el tiempo que sea
necesario, no hay apuros pues trata de una decisión fundamental.
Primero, evalúese a usted mismo y evalúe su idea de negocio.
Tome en cuenta para ellos todos los aspectos, tanto técnicos como emocionales.
Determine cuáles son sus fortalezas y debilidades. Se requiere mucha honestidad
en esto. No trate de engañarse usted mismo.
Sus debilidades deben ser las fortalezas que busque en sus
posibles candidatos a socio. Precise los roles que jugará cada uno en la
sociedad. La idea es complementarse.
2. Establezca las bases que regirán la sociedad. Es muy
importante que las reglas estén claras para todos. Además, poner todo en blanco
y negro ofrece confianza a sus posibles socios. Ayuda a que vean el compromiso
que usted tiene en establecer el negocio y les dará una idea de cuánto está
dispuesto a dar para materializar su idea de negocio.
3. Antes de formalizar la sociedad es indispensable conocer
a quien será su socio o cofundador.
Todo depende de su naturaleza, sus intereses personales y lo
que quiera lograr. Cada persona es un mundo y tendrá sus exigencias. Para
algunos será suficiente buscar a su socio en un evento de networking o en un portal web. Otros requerirán de conocer a la
persona más allá de sus habilidades profesionales.
Es importante que haga clic con usted, que tengan una misma
visión de la cultura empresarial, que compartan los mismos valores.
Y es que una sociedad empresarial es algo así como un
matrimonio que requiere de que ambos se conozcan y complementen.
La idea es mantener la unión para toda la vida y evitar a toda
costa el fracaso y el divorcio.
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