Por
Raúl Gorrín.- Cuando decidimos emprender en el mercado venezolano debemos estar
consciente que constituye un verdadero desafío. Es una iniciativa que implica
pasar por pruebas y errores. Aprendiendo de nuestros aciertos y fracasos vamos
mejorando para tener lo que nos hemos propuesto: un negocio propio y exitoso.
Los
fracasos son buenos, en el sentido que nos indican que algo hay que cambiar
para seguir mejorando. Nos enseñan lecciones para crecer y evolucionar. En la
vida de negocios, siempre vamos a pasar por momentos de dificiles, días en que
no salió bien lo que planeamos. Pero eso no es motivo para detenernos, sino
para seguir avanzando, tan solo corrigiendo lo malo y potenciando lo bueno.
Gracias
a mi experiencia personal como empresario y con todo el conocimiento que tengo
un negocio exitoso es sólo el reflejo de la persona que lo construye. El entorno
es muestra de lo que somos, y, por tanto, tenemos que trabajar en la mentalidad
para el éxito. Y para transformarnos en una persona de éxito y construir un negocio exitoso, primeramente, tenemos
que tener la meta de hacerlo.
No
se hace por casualidad, es el resultado del enfoque, inversión y trabajo duro
por parte de nosotros como dueños. Debemos soñar y tener metas. La diferencia
es que los sueños son fantasías, son parte de la imaginación. Las metas son
sueños que tienen fecha, son reales. Estos dos aspectos son realidades que están
en proceso de ser posibles, porque hemos puesta la fecha de término, y eso pondrá
en movimiento todas las fuerzas necesarias para que lo que soñamos se convierta
en una realidad.
Es
por eso que el primer y más importante paso para tener un negocio exitoso es la
meta de tener uno. Los sueños son pasivos, las metas son activas, nos mueven a
la acción. Este es el ingrediente mágico para que el poder de nuestra mente
haga realidad lo que imagina.
Si
nos desarrollamos en el negocio que deseamos, avanzaremos mucho más rápido. En
cualquier proyecto empresarial podemos tener éxito si actuamos de la forma
correcta, pero es mucho más productivo y eficaz si lo hacemos en uno que nos
apasione, y que nos entusiasme. Uno que nos haga feliz. Cuando elegimos el que nos
gusta, el trabajo duro es fácil porque más que un trabajo, será una satisfacción
realizarlo cada día.
Debemos
estudiar todo lo que podemos cada día. Inscribirse en cursos, asistir a
seminarios y eventos, leer libros e incuso invierte en un coaching. Mientras
más estudiemos las áreas de nuestro negocio y el desarrollo personal, más exitosos
seremos. En el momento que comencemos a invertir tiempo y dinero en los
conocimientos, el negocio comenzara a crecer, y más importante que eso, como
persona nos convertiremos en alguien mejor.
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