Por Raúl Gorrín.- Nos
hemos imaginado trabajando en una compañía donde su objetivo diario, personal,
colectivo y para la empresa sea ser feliz y que, a partir de ello, realice funciones
acordes con sus ideales, conocimientos y capacidades; o lo que es mejor, poder
escoger al que nuestro su jefe inmediato
Precisamente esto es lo
que caracteriza a la empresa humanista. Nos permite establecer relaciones y
contactos, se anudan amistades, se revelan aspectos insospechados del ser
humano, se despliegan capacidades y cualidades valiosas. De todo esto se deduce
la enorme importancia que tiene el crear en la empresa un ambiente humano, sano
y cálido, favorable al desarrollo integral de la persona.
Es un enfoque que nos
ofrece un clima en el cual disminuyen el sufrimiento y el malestar de los seres
humanos, al tiempo que aumenta la satisfacción y el bienestar. Los empresarios
deberíamos contribuir a hacer posible la felicidad no sólo de cuantos trabajan
en esa comunidad económica que es nuestra empresa, sino también de todos
aquellos que con ella colaboran o se benefician de sus productos y servicios.
Es tarea urgente en
nuestros días renovar con sentido humano la vida empresarial. Humanizar la
empresa, las estructuras y su atmósfera, sus relaciones internas y externas constituye
un importante capital en tiempos en que Venezuela pasa por inciertos momentos
económicos y sociales.
La estrecha conexión
entre la empresa y vida humana nos lleva a postular la necesidad de introducir
una visión humanista en el mundo empresarial. No sería exagerado decir que el
humanismo es el alma de la empresa para que ésta pueda cumplir su función
social y funcionar de manera adecuada, contribuyendo así al bien común y a la
realización de los seres humanos que en ella trabajan o con ella se relacionan.
Es importante mencionar que en este
proceso el aprendizaje de los consumidores es asimismo otro aspecto importante
de la empresa humanista que incluso impacta en el éxito empresarial. El
conocimiento de si el producto de la empresa satisface sus necesidades reales y
de si puede confiar en la empresa para resolverlas. Esto ocurrirá solamente si
los empleados de la empresa lo intentan, es decir, se sienten identificados con
las necesidades de los consumidores a través de interacciones entre unos y
otros
El desarrollo humanista de las
empresas se logra incluyendo las necesidades de todas las personas en mismo
interés. Venezuela está dando avances positivos en este esquema empresarial. Se
han firmado convenios que muestran el interés público y privado en promover
esta visión. Los venezolanos estamos empezando a ver un clima de cooperación. Estamos
viendo iniciativas de ambas partes y muy propias, enfocadas en resolver los
problemas que enfrentamos diariamente los venezolanos. Existe el interés
empresarial y estatal en buscar nuevos métodos de solución en beneficios de
todas las personas, y un enfoque humanista tiene que partir de estas realidades.
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