miércoles, 3 de agosto de 2016

Raúl Gorrín: Cuidado con el tecnoestrés!

(Raúl Gorrín) La época tecno ha traído muchos beneficios a la gestión empresarial, pero al mismo tiempo en que ha sido posible tener más información, inmediatez, simplificación de las tareas, el teletrabajo, incremento de la productividad, entre otros, también han hecho presencia otros “tecno” menos atractivos, como por ejemplo el tecnoestrés.

La tecnología de la información y comunicación, TIC, invadió el ambiente con una serie de aparatos sin los cuales muchos consideran ahora impensable la vida: computadoras,  smartphones, tablets y un largo etcétera que amenaza con ser infinito.

Y es que los cambios tecnológicos pueden ser causa de problemas humanos y sociales si no se está en capacidad de darles un uso adecuado y limitado.

Así tenemos que el tecnoestrés se define como un estado psicológico negativo que tiene que ver con el uso de las tecnologías o bien con amenaza de su uso en un futuro. 

Por tal motivo, los estudiosos han analizado esta situación y han determinado que en el tecnoestrés se distinguen dos tipos de experiencias, a saber el tecnostrain y tecnoadicción.(Raúl Gorrín)

Tenemos entonces que la experiencia de tecnostrain se relaciona estados de ansiedad, fatiga mental, escepticismo y el creer que el uso de las TICs es ineficacia. 

Quienes padecen tecnostrain están ansiosos, sienten tensión y malestar. Creen que no tendrán suficiente tiempo para dar respuesta a todos los datos que reciben a diario. Eso los inquieta. Pueden sufrir el síndrome de fatiga informativa que tiene que ver con el no poder estructurar la información que se recibe.

La actitud negativa hacia el uso de las TICs viene del pensar que simplemente estorban o entorpecen el trabajo. Y es que estas personas no ven ningún beneficio en el uso de las nuevas tecnologías.
 
Por ello es fundamental suministrar suficiente información y entrenamiento sobre los nuevos software y hardware que una organización empresarial introduzca, de manera de no generar sentimientos de ineficacia en el personal. (Raúl Gorrín)

La otra experiencia, la de la tecnoadicción obedece al uso excesivo e incontrolable de las nuevas tecnologías.
Es tal la gravedad de esto que la Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió que uno de cada cuatro personas sufre adicción a las tecnologías.

El tecnoadicto requiere incrementar el uso de las tecnologías.

Hay que advertir que el tecnoestrés puede ocasionar deterioro funcional de las actividades diarias relacionadas con la salud, como no comer, aislarse de la familia y el entorno.

Las nuevas tecnologías deben aprovecharse en las labores diarias tanto en el trabajo como en la vida personal, sólo que esto debe hacerse con mesura. Hay que adueñarse de las herramientas y no que las herramientas se adueñen de uno.

Las empresas deben estar atentas para detectar la existencia de trabajadores con adición tecnológica, para aplicar técnicas dirigidas a minimizar o eliminar el riesgo existente para que el problema no se agrave. (Raúl Gorrín


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