Por Raúl Gorrín. Definitivamente los sistemas de información y la innovación tecnológica se han convertido en un habilitador por excelencia de los negocios. La tecnología es una de las primeras necesidades del sector empresarial y ha generado la necesidad de que los sistemas se complementen con la labor no sólo de las compañías sino con otros factores del todo social. Puede afirmarse que la estrategia digital se convierte en un factor clave para la sustentabilidad, la consecución de metas y el máximo aprovechamiento de las oportunidades que se generan.
Vale recordar que los impactos de la revolución industrial durante el siglo XIX promovieron avances que pueden evidenciarse en el presente. El siglo XXI, llamado “el siglo de las TIC´S”, ha traído consigo un avance desbordado de las tecnologías de información. Desde la salud, hasta el rubro del automovilismo, pasando por cambios en educación, gobierno y llegando, como punto clave de la conversación, al rubro empresarial.
Es increíble como en área de salud y minería, las sociedades han sido testigos de cómo la tecnología robotizada contribuye a agilizar procesos. La revolución digital se ve no solo en casos concretos, también promueven una sociedad mucho más globalizada, donde las redes sociales juegan un importante rol creado un rol en la sociedad y destruyendo barreras geográficas y culturales.
Hoy en día los paradigmas deben reajustarse ante esta revolución de las informaciones que necesariamente deben ser adoptadas por las empresas. En los próximos años observaremos profundos cambios en los modelos de hacer negocios. Las transformaciones incluyen que los productos sean a su vez servicios, el líder de la empresa debe jugar el rol de formar equipos de trabajo promoviendo mayor motivación y creatividad.
Los resultados de esos cambios han empezado a arrojar pérdidas de empleos que eran tradicionales, y el surgimiento de otros puestos de trabajo que en su mayoría son expertos en la gestión de nuevas tecnologías. Los nuevos
sistemas de información cambiarán por completo las reglas del juego vigente hasta nuestros días. En ese sentido, se hace pertinente que las empresas hagan un cambio en su plan de acción y de los objetivos que quieren alcanzar a corto, mediano y largo plazo.
Raúl Gorrín.
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