Por Raúl Gorrín. El nerviosismo de los mercados internacionales por una serie de los
factores que se encuentran en desequilibrio ha prendido las alertas a nivel
mundial. Sin duda alguna la volatilidad que se registra desde último trimestre
de 2015 cuando se produjo la devaluación del yuan fue el ingrediente para que
los expertos compararan el actual panorama con el crack de 2008.
Un informe firmado por la compañía norteamericana Baffin Advisors
advierte lo siguiente:
1.- China es la
segunda economía del mundo, pero más importante aún ha sido su alta tasa de
crecimiento que combinada con su tamaño han sido, quizás, el empuje más
importante de la economía global por muchos años. El problema está en la
incertidumbre sobre los datos económicos y, más recientemente, los errores de
política económica. Desde mediados del año pasado, China sufre un episodio de
salida de capitales, como puede verse en la evolución de sus reservas internacionales,
que casi tocaron 4.000 millones de dólares en junio pasado, pero terminaron el
año en 3.300 millones de dólares, como consecuencia de un tipo de cambio fijo y
atrasado. El mercado de acciones locales había comenzado a caer fuertemente a
comienzos de 2015 y el Gobierno se concentró en estabilizarlo a través de
intervenciones artificiales que aumentaron la incertidumbre sobre el respeto de
las autoridades para con los mercados. Peor aún, en uno de los intentos de
estabilizar el mercado de acciones, el Gobierno inyectó liquidez en el mercado
local, que durante un proceso de fuga de capitales es como agregar nafta al
fuego, dado que la liquidez inyectada termina aumentando la demanda por dólares
en la salida de capitales.
2.- En agosto el
Gobierno dejó que el tipo de cambio se depreciara por primera vez desde 1994.
Aunque fue sólo 3%, el movimiento implica un cambio sísmico en lo que los
mercados conocían como el esquema monetario, y preanuncia que el Gobierno
aspira a continuar depreciando la moneda. Nadie devalúa por sólo un 3%, sino
por un 15% o más. La suma de factores, con caídas del mercado de acciones,
liquidez y otras medidas artificiales para evitar las caídas aumentan la
incertidumbre y exacerban la fuga de capitales, que debe apurarse ante un
proceso de depreciación de la moneda. En agosto –afirma Biffin Advisor– estaban algo solos señalando los errores de
política económica, que hoy son parte del consenso de mercado, aunque nadie
esperaba se repitieran sin señal alguna de aprendizaje. El Gobierno claramente
prioriza la estabilidad del mercado de acciones local. Con respecto al
crecimiento, que es la gran incertidumbre, no sería sorprendente que la
realidad haya sido de un crecimiento muy inferior al reportado por mucho tiempo
ya, y por eso vimos las caídas en commodities que vimos. Gran parte de la
incertidumbre subyacente a la volatilidad de los mercados estas semanas se debe
a la dificultad de estimar esa tasa de crecimiento.
3.- La normalización
de la política monetaria de los EEUU ha comenzado y es otro fenómeno sin
precedente histórico. El tamaño del balance de la Fed relativo al de la
economía no tiene precedente y hay poco en términos de marcos
teóricos/conceptuales para analizar la normalización. Después de 7 años de
expansión monetaria, sigue sin haber consenso sobre los efectos que ha tenido
sobre la economía real y los precios de los activos y, por ende, es difícil que
haya consenso sobre el efecto de la normalización. Biffin Advisors piensa que la normalización monetaria per se, si no
hubiese otras fuentes similares de incertidumbre aguda en el mundo, no debería
ser determinante ni causar grandes estragos.
4.- El petróleo es
quizás el commodity más importante como insumo en la economía global (energía).
El mercado del petróleo está viviendo una transformación estructural muy
importante. Por décadas el precio del petróleo estaba muy influenciado (para no
decir determinado) por el cártel de la OPEP. La aparición de nuevas técnicas de
extracción (shale) y la reacción de Arabia Saudita a ellas ha roto el cártel y
generado una caída del precio, aparte de muy alta volatilidad en el proceso,
que generan incertidumbre para los mercados y la economía mundial. Un menor
costo de energía, per se, debería ser un factor positivo para el crecimiento
internacional. Pero la velocidad en la que ha ocurrido y la dificultad de
identificar cuánto se debe a la rotura del cártel y la estrategia saudita y
cuánto a un posible deterioro del crecimiento global (especialmente en China)
aumenta la incertidumbre. Otra consecuencia de la caída en los precios del
petróleo es a través de los déficits fiscales de los países productores, que
parte de su financiamiento lo logran con masivas ventas de activos en sus
grandes fondos de estabilización (los famosos sovereign wealth funds).
*La estructura de
los mercados financieros y su dinámica ha cambiado en diversas maneras desde la
crisis de 2008. Los cambios regulatorios post crisis han reducido drásticamente
la participación de los grandes bancos en los mercados de acciones y bonos,
dado que no pueden tomar tanto riesgo como hacían antes, lo que reduce la
liquidez y fluidez de esos mercados, aumentando la volatilidad. El crecimiento
de instrumentos como los ETF (exchange traded funds), que en sí beneficia a los
inversores con menores costos y mayor liquidez de sus inversiones, en períodos
de volatilidad aumentan la correlación en los activos dado que salidas de
inversores obligan a los gestores de esos instrumentos a vender todo al mismo
tiempo. Asimismo, el desarrollo de nuevas estrategias cuantitativas y su
importancia relativa también exacerba la correlación entre los operadores,
magnificando los movimientos. Estos factores no estaban presentes en esta
magnitud o importancia relativa hace 10-15 años.
Para la consultora
estadounidense, todos estos fenómenos "apuntan
a un aumento de la prima de riesgo en los mercados, dado que generan un aumento
de la incertidumbre en el corto plazo".
China es claramente una posible fuente de mayor incertidumbre y Brasil es
otro posible foco
"China es claramente una posible fuente de mayor incertidumbre, si
su actividad económica continúa bajando, o la incertidumbre sobre cuál es
realmente la situación, sumado a errores de política económica que exacerban la
fuga de capitales y la incertidumbre sobre los mercados de acciones y dólares.
Brasil es otro posible foco, conectado a China a través de los commodities y
con una situación político económica vulnerable. La acumulación de reservas
internacionales del Gobierno hace que una crisis del soberano tradicional no
sea tan probable, pero excesos crediticios han ocurrido en otros sectores de
Brasil que pueden generar una crisis", apunta.
Y concluye: "La volatilidad actual ya se siente
como una crisis. Pero no hay razones fundamentales subyacentes, excepto por la
acumulación de factores mencionados arriba, que en general son de índole
artificial o referidos al velo monetario/financiero que cubre las economías
reales. Una crisis más profunda es posible y eso monitoreamos, especialmente
los puntos vulnerables. Pero no es aún nuestro escenario base, y un alto nivel
de cash permite no sobre reaccionar".
Información tomada
de baffinadvisors.com/
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