Por Raúl Gorrín. Lo primero que hay que recordar es que cada empresa o corporación tiene una misión de existencia, esos objetivos deben estar bien claros, es decir, el emprendedor debe tener un mapa con las metas que desea alcanzar con su empresa y hasta dónde pretende llegar, es la ruta trazadas al inicio del negocio.
Cuando abre una empresa, y se imponen objetivos basado en un plan que por lo general debe incluir un cronograma de logros, es decir el establecimiento de plazos. Ese primer aspecto de plan debe basarse en la eficacia.
Día a día muchas empresas invierten sus esfuerzos en convertirse en entes eficaces y de manera eficiente, esta última incluye el requerimiento de alcanzar en los plazos fijados, de manera más rápida esas metas, ahorrando recursos (financieros, humanos, de infraestructura, entre otros).
Otro aspecto que debe tenerse como norte en las empresas es la productividad, que es la relación que hay entre la producción de la empresa y los recursos empleados para obtener los productos o servicios. El fin de toda empresa es generar rentabilidad, para lo cual hay que tomar en cuenta la tecnología, la organización, los recursos humanos, las relaciones laborales, las condiciones de trabajo y la calidad.
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