sábado, 11 de marzo de 2017

De cómo la felicidad impulsa la productividad



Por Raúl Gorrín.- Ya hemos dicho que la felicidad es importante para el ser humano y también para las organizaciones, pero hoy queremos agregar que estudios realizados en la Universidad de Harvard han determinado que la felicidad es clave para que las personas sean más productivas.

Ser feliz, según estas investigaciones, lleva a que los niveles de productividad de las persona en su ámbito social se incrementen y, derivado de esto, contribuya a su progreso individual. Los hallazgos son tan contundentes que se llega a sostener que los trabajadores son más felices por estar en un buen entorno laboral que por recibir un aumento de sueldo.

Así que para los científicos y especialistas no hay lugar para las dudas: Para que haya más productividad en las organizaciones, sus trabajadores deben ser personas felices.

Lo malo es que otros sondeos señalan que la realidad en las empresas es que en ellas opera permanentemente una insatisfacción personal en sus trabajadores.

Literatura sobre la materia refiere que existe una relación estrecha entre el ser feliz con el tener. Esto no debe entenderse desde la perspectiva materialista sino en el sentido de que el reencuentro personal pasa por el disfrute de la conexión con lo más preciado que cada quien tiene. Esto les permite a las personas encontrar tranquilidad, felicidad y más productividad.

Las personas deben enamorarse de su propia historia, disfrutarla, emocionarse con sus circunstancias. 

El problema ocurre cuando a todo cuanto nos acontece se le quiere encontrar un por qué y aparecen entonces los trasfondos negativos que se le adjudican a cada hecho de nuestras vidas. Entonces el ser humano comienza a dejar de ser feliz pues se malgasta la energía en asuntos que carece de verdadera relevancia.

Los seres humanos deben limpiar su vida interior para así superar los conflictos y poder canalizar las fuerzas hacia las áreas de la vida más importantes, tales como la familia, el trabajo, la carrera, los sueños.

Psicólogos han determinado que cerebro, cuerpo y emociones están interconectados. El cerebro y el cuerpo manejan las emociones a través de la bioquímica.

La felicidad, dicen estos especialistas, pasa por reencontrarnos con nuestro ser interior, algo que puede lograrse mediante una serie de ejercicios como el saludar a todo el mundo alrededor cada mañana, pero también a nosotros mismos. Hable consigo frente al espejo, evalúese, explórese a sí mismo haciéndose preguntas sin perjuicio ni prejuicios.

En lo atinente a la vida laboral las personas mantienen una constante lucha por alcanzar metas que superen a las anteriores y así establecer una escalera en la que se sube y se sube. Hay obstáculos, pero lo importante es superar esas cargas emocionales.

Se confunden los medios con las metas y allí vienen las frustraciones. Hay que saber cómo vivir los sueños cuando se alcanzan, lograr un complemento entre lo que se tiene y lo que se quiere ser. La clave de la felicidad está en juntar el éxito empresarial con la salud emocional.

Ya hay empresas que están haciendo grandes inversiones para crear ambientes de trabajo amenos, gratos, entretenidos. El trabajo hay que festejarlo, disfrutarlo.

Esta inversión en los centros de trabajo redunda positivamente en rendimiento, satisfacción, motivación, un mejor clima laboral y, por ende, en la productividad.


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