Los
tiempos cambian, se están transformando las viejas visiones, los conceptos se
están reformulando, lo que anteriormente se tenía como una verdad a rajatabla,
sencillamente ya no lo es. Pese a los problemas y las complicaciones con que se
presenta esta nueva época, también hay que advertir que, afortunadamente, la
renovación en muchos aspectos es provechosa.
En el
campo empresarial, por ejemplo, la formación de los recursos humanos es ahora
tenida como herramienta de vital importancia. De hecho, cada vez más
organizaciones suman a sus estructuras áreas de atención al personal y a
promover su constante adiestramiento y profesionalización.
Por tanto,
la suya, su empresa o emprendimiento, no puede quedarse atrás sino que debe
embarcarse en el autobús de los nuevos tiempos y darle a la formación de los
recursos humanos el sitial que se merece dentro de su negocio.
Es vital
que se entienda que contar con trabajadores más cualificados, motivados y en
constante evolución profesional y personal es clave para el crecimiento e
incremento de la productividad de su empresa.
Recuerde:
estancamiento profesional es igual a descenso de la productividad y, en
consecuencia, pérdidas para la empresa.
EL
vertiginoso desarrollo de la tecnología exige personal que vaya desarrollándose
y capacitándose a la par. Para ello es determinante un permanente aprendizaje.
Hay que
apuntar que en la actualidad lo trabajadores, así como valoran en percibir un
buen sueldo, también aspiran crecer profesionalmente y por eso gustan, a la
hora de escoger las organizaciones en las que quieren desempeñarse, de aquellas
en las junto a los beneficios sociales, e incentivos, aprecian sobremanera las
que les permiten adiestrarse permanentemente.
Entretanto,
las empresas tienen que entender que la formación de la plantilla de empleados
es una inversión y no un gasto, como hasta ahora se creído.
Se ha
comprobado que los trabajadores se sienten más seguros y confían más en
aquellas empresas en las que se preocupan por su crecimiento profesional e
instrucción.
También es
preciso apuntar que el retorno de la inversión o ROI, de la formación del recurso
humano, debe calcularse en función del beneficio que le genera a la institución
la formación del capital humano.
Es
directamente proporcional el beneficio empresarial que nace de la inversión en
formación del personal y se traduce en más unidades del producto o servicio que
se oferta en la empresa o emprendimiento.
Además, la
formación de personal disminuye la rotación del mismo. Hablamos de estabilidad
laboral.
En
conclusión, el retorno de la inversión por formación crece exponencialmente. Es
un asunto de rentabilidad.
Cada vez
avanzamos más y tiende a desaparecer el criterio que entiende la formación del
personal como gasto y empieza a verla como una inversión.
Visita también:
SIGUEME..
Twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario