Es común
ver negocios que nacen y desaparecen en poco tiempo. ¿La razón? Pocos logran
obtener la confianza de unos clientes que cada vez son más exigentes en un
mercado que se ha visto invadido muchas veces por innumerables
charlatanes.
No basta
con ser diferentes y ofrecer buenos productos y servicios. Es indispensable ser
confiables, tener credibilidad, pues el público permanece reacio ante tanta
oferta engañosa.
Captar la
atención es ya un activo de incalculable valor, sobre todo ante la avalancha
publicitaria a que somos sometidos diariamente.
La
confianza es un bien escaso. Internet es una de las maravillas del mundo de
hoy, pero también ha sido el vehículo de incontables estafas y fraudes.
Y aunque
parezca un absurdo, la gente en la actualidad no quiere que le vendan, ella
quiere comprar. Es decir, tomar la decisión, llevar las riendas de las
negociaciones. Además, quiere hacerlo en un ambiente confiable.
No
afirmamos que las ventas hayan desaparecido, sino que en la actualidad la venta
se ha convertido en un arte que va más allá del burdo oficio de ofrecer un
producto y que paguen por él y ya.
Por tanto,
las empresas o emprendimientos tienen que generar suficiente confianza para
captar una clientela que se sienta segura de lo que compra para seguir comprando.
Usted le
debe demostrarle a su potencial cliente que está dispuesto a ayudarle, que no
sólo está interesado en venderle. Hágale entender que tiene deseo de servirle y
hacerlo bien, con garantías, con buenas condiciones, de pago y de entrega.
Ofreciendo asesoría y, de ser posible, mantenimiento.
En la era
digital los productos requieren de mucho valor agregado para poder ser
colocados en el mercado.
A usted y
a su empresa le toca demostrar en cada venta que conoce las necesidades del
cliente, que comprende sus problemas y, además, tiene la solución para ellos.
El
departamento de atención al cliente de su empresa debe ser una dirección
amigable y siempre dispuesta a la asesoría, a responder a las preguntas del
cliente.
Usted no
tiene que tener todas las respuestas, pero sí demostrarle a su cliente que está
dispuesto a ayudarlo a buscarla.
Eso sí,
cumpla con su palabra, no prometa lo que no puede cumplir.
Así, que
ya lo sabe, su cliente tiene que sentirse seguro con usted porque le ofrece lo
que no todos en el mercado están dispuestos ofrecerle: Confianza y
credibilidad.
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