(Raúl Gorrín) Con lo que hacemos
obviamente todos aspiramos sentirnos satisfechos. Obtener el éxito es y siempre
será, un objetivo de todo ser humano.
Cuando
en nuestra vida personal o en la profesional tenemos buenas experiencias
entonces viene la satisfacción. El placer que se obtiene por el logro
alcanzado, la meta superada, el objetivo alcanzado.
Cada
quien tendrá sus propias expectativas y, en diferente medida, estará su visión
acerca de lo que es una experiencia óptima. Es un asunto muy personal.
Pero a
pesar de esto, es posible que en su empresa o emprendimiento usted acometa
acciones para propiciar experiencias óptimas que generen satisfacción entre los
miembros de su equipo de trabajo.
A lo
largo de nuestras exposiciones hemos venido hablando acerca de una serie de
prácticas que promueven el bienestar. Recuerde que la felicidad es el objetivo
fundamental. Crear organizaciones saludables que a su vez propicien la salud en
los trabajadores. En esa misma línea es posible diseñar experiencias óptimas.
Se
trata, pues, de un gran esfuerzo motivador.
Identifique
cuáles son las expectativas de los integrantes de su equipo y en ese sentido
trabaje para generar acciones que permitan que su gente se sienta satisfecha
con lo que hace.
Cuando
usted actúa de esta manera está creando un ambiente laboral cargado de buenas
energías, un ambiente saludable.
No
permita que su personal se sienta insatisfecho. Trabaje para hacerlo feliz.
La
relación ganar-ganar debe ser una política de su organización. Recuerde, sus
objetivos, metas y aspiraciones no es lo único que cuenta.
Cuando
el liderazgo logra identificar las experiencias óptimas de su personal, entonces
han alcanzado las herramientas “clave” para lograr la motivación y, por ende,
obtener grandes resultados. (Raúl
Gorrín)
Debe
tener en cuenta un asunto fundamental: la felicidad, la satisfacción es un
proceso. Se siente desde el principio. No es algo que llegará al concluir el
proyecto, al alcanzar un objetivo. No. Desarrollar el proyecto debe ser un
hecho satisfactorio desde un principio. Hacerlo, construirlo, debe generar
placer desde el primer paso.
El
propio desarrollo del proyecto debe ser una actividad re-energizante,
motivadora, debe ser una experiencia óptima.
Téngalo
siempre presente: las experiencias óptimas le dan sentido a la vida. (Raúl Gorrín)
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