(Raúl
Gorrín) La época tecno ha traído muchos beneficios a la gestión
empresarial, pero al mismo tiempo en que ha sido posible tener más información,
inmediatez, simplificación de las tareas, el teletrabajo, incremento de la
productividad, entre otros, también han hecho presencia otros “tecno” menos
atractivos, como por ejemplo el tecnoestrés.
La tecnología de la información y
comunicación, TIC, invadió el ambiente con una serie de aparatos sin los cuales
muchos consideran ahora impensable la vida: computadoras, smartphones,
tablets y un largo etcétera que amenaza con ser infinito.
Y es que los cambios tecnológicos
pueden ser causa de problemas humanos y sociales si no se está en capacidad de
darles un uso adecuado y limitado.
Así tenemos que el tecnoestrés se
define como un estado psicológico negativo que tiene que ver con el uso de las
tecnologías o bien con amenaza de su uso en un futuro.
Por tal motivo, los estudiosos han
analizado esta situación y han determinado que en el tecnoestrés se distinguen
dos tipos de experiencias, a saber el tecnostrain y tecnoadicción.(Raúl Gorrín)
Tenemos entonces que la experiencia
de tecnostrain se relaciona estados de ansiedad, fatiga mental, escepticismo y
el creer que el uso de las TICs es ineficacia.
Quienes padecen tecnostrain están
ansiosos, sienten tensión y malestar. Creen que no tendrán suficiente tiempo
para dar respuesta a todos los datos que reciben a diario. Eso los inquieta.
Pueden sufrir el síndrome de fatiga informativa que tiene que ver con el no
poder estructurar la información que se recibe.
La actitud negativa hacia el uso de
las TICs viene del pensar que simplemente estorban o entorpecen el trabajo. Y
es que estas personas no ven ningún beneficio en el uso de las nuevas
tecnologías.
Por ello es fundamental suministrar
suficiente información y entrenamiento sobre los nuevos software y hardware que
una organización empresarial introduzca, de manera de no generar sentimientos
de ineficacia en el personal. (Raúl
Gorrín)
La otra experiencia, la de la
tecnoadicción obedece al uso excesivo e incontrolable de las nuevas
tecnologías.
Es tal la gravedad de esto que la
Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió que uno de cada cuatro personas
sufre adicción a las tecnologías.
El tecnoadicto requiere incrementar
el uso de las tecnologías.
Hay que advertir que el tecnoestrés
puede ocasionar deterioro funcional de las actividades diarias relacionadas con
la salud, como no comer, aislarse de la familia y el entorno.
Las nuevas tecnologías deben aprovecharse
en las labores diarias tanto en el trabajo como en la vida personal, sólo que
esto debe hacerse con mesura. Hay que adueñarse de las herramientas y no que
las herramientas se adueñen de uno.
Las empresas deben estar atentas para
detectar la existencia de trabajadores con adición tecnológica, para aplicar
técnicas dirigidas a minimizar o eliminar el riesgo existente para que el
problema no se agrave. (Raúl Gorrín)
Visita también:
No hay comentarios:
Publicar un comentario